sábado, 25 de abril de 2015

Gretsch: Mi vida sin Eddie Cochran





Me llamo Gretsch 6120 y quizás algunos de ustedes no me conozcan. Yo toqué con Eddie Cochran, fui su guitarra y disculpen la modestía, su objeto más preciado. Cada vez que tocabamos summertime blues  y veía su cara y la reacción de la gente me sentía viva. Eramos jóvenes y teniamos todo el tiempo del mundo por delante. No me importó que estuviese con otras, sí compuso C´mon Everybody en compañía de otra, porque siempre volvía y siempre podía sentir sus caricias.

 Nos admiraban. Recuerdo especialmente un día a un chico tras un concierto en  el Hackney Empire que se acercó a Eddie para que le dejara acompañarme hasta el coche. No pasaba nunca, pero ese día accedió y de verdad, en cuando delicadamente puso su mano sobre mí, pude notar una extraña energía. Algo que sólo habia sentido con Eddie. Años más tarde supe el nombre de ese chico. Se llamaba Marc Bolan y siempre que le veía iba con compañías muy parecidas a mi. Sé que entre sus amigos siempre vaciló de que había sido suya. Se lo contó a John Peel en sus cartas íntimas.

Bolan tenía un miedo atroz a los coches, no se había sacado ni el carnet de conducir. Murió en un accidente de coche. Pero no sé porque cuento esto...
















Si el George Martin que nos llevó ese día al aeropuerto hubiese sido el productor o el de Juego de Tronos otro gallo hubiese cantado. Sólo recuerdo que desperté al cabo de unos días y Eddie se había ido para siempre. En vez Eddie, un chico joven llamado  David Harman aparecía por las noches en comisaria y trataba de domarme. Mi pena era tan grande que sólo con el tiempo hice de él un guitarrista. Yo le enseñé todo lo que supo y doy fé que el chico lo intento y tuvo cierto éxito en su pais.


Recuerdo perfectamente la vuelta a casa, fue triste. Ya en casa cada rincón me recordaba a Eddie. Todo se supera, el tiempo pasa y la música permanece. Si quereis venir a verme me podeís encontrar en el "Rock and roll hall of fame" de Cleveland. Ver vuestras caras de admiración me devuelven a mi y a Eddie a la vida cada día.




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